El arte? Sí, sí, el arte de comer despacio como fuente de salud. Para empezar, no te descubro nada nuevo si te digo que la mayoría de nosotros vivimos con el piloto automático activado, reaccionamos por hábitos, con prisas y sin tiempo de parar a reflexionar. En nuestro ajetreo diario nos perdemos los detalles, disfrutamos menos los placeres de la vida… y esto incluye las comidas.
Todos hemos oído hablar de Mindfulness o atención plena. Se trata de captar los detalles, disfrutar los placeres de la vida, vivir más centrados y tomarnos las cosas con calma. Si lo aplicamos a la comida usaremos nuestros sentidos para explorar, saborear y disfrutar los alimentos.
Date el lujo de practicar el arte de comer despacio y con atención plena. Aprovecha los tiempos de las comidas para desconectar el piloto automático y conectar contigo mismo. Quiérete y dedícate ese tiempo, te lo mereces y beneficiará tu salud.
Beneficios de comer despacio:
- Bajarás de peso al comer menos cantidades y por tanto serás más consciente de la sensación de saciedad.
- Tendrás mejores digestiones al masticar mejor los alimentos.
- Disminuirá tu nivel de estrés y ansiedad al tomarte un tiempo de desconexión.
- Disfrutarás de los sabores de la comida y de los alimentos que estas comiendo.
Cómo conseguirlo:
- Respira hondo al sentarte a la mesa, desconecta de lo que estabas haciendo o pensando antes. Relájate!, el estrés o las prisas te impedirán distinguir si tienes hambre o comes con ansiedad.
- Observa los alimentos, disfruta los colores, sé consciente de los olores.
- Evita las distracciones durante las comidas. No tengas el móvil en la mesa, apaga la televisión, no leas mientras comes, evita hablar del trabajo o preocupaciones. De este modo evitarás comer sin darte cuenta de la cantidad.
- Conversa cuando comas con alguien o si estas en familia disfruta de una charla agradable. Si es así, sírvete en el plato la cantidad que quieras comer, si te vas sirviendo de lo que hay en la mesa, si estás distraído en la conversación comerás más cantidad sin darte cuenta.
- Mastica despacio cada bocado, saboréalo, intenta distinguir los ingredientes, especias, mezclas.
- Usa la servilleta, suelta los cubiertos a menudo en el plato. Así darás por tanto tiempo a que tu cerebro reciba la señal de que ya estás satisfecho.
- Aprovecha esas pausas para darte cuenta de tu estado de saciedad, piensa si ya has comido suficiente. En ese caso, retira tu plato y no sigas comiendo.
¿Ves? No es nada complicado el comer despacio. Aprovecha sus beneficios cada vez que te sientes en la mesa. Ánimo!!!
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